La Historia de la Iridología: Orígenes y Desarrollo Moderno
La historia de la iridología está repleta de datos biográficos, aunque algunos no están bien documentados ni ubicados temporalmente (Echaverren, 2004). La «iridología moderna» se refiere al desarrollo que comenzó con las publicaciones del Dr. Ignatz Péczely (1822-1911), conocido por observar a los 11 años un signo en el ojo de una lechuza herida que evolucionó con la fractura de su pata. En 1880, Péczely publicó «Entdeckungen auf dem Gebiete der Natur und der Heilkunde», que se traduce como «Descubrimientos en el Campo de la Naturaleza y el Arte de Curación». Aquí, presentó una clave para el diagnóstico mediante la observación de los ojos (Vannier, 2000). En 1886, publicó los primeros mapas iridológicos en la revista «Homeopatische Monastsblatter», similares a los que se usan hoy en día (Olivares, 2008).
Desde entonces, muchos investigadores han contribuido al significado de los signos iridológicos, decoloraciones y su ubicación en los mapas de los órganos. Destaca el trabajo del Dr. Bernard Jensen (1908-2001), un médico quiropráctico que creó el mapa iridológico más utilizado en la actualidad. También es notable el Dr. Leon Vannier (1880-1963), un reconocido médico homeópata de la Escuela Francesa de Homeopatía, conocido por sus publicaciones y aportes a la homeopatía y la iridología. Vannier publicó «Le Diagnostic des Maladies par les Yeux. Precis d’Iriscopie» en dos ediciones (1912 y 1932), y desarrolló el «iriscopio» para observar los iris (Vannier, 2000).
Evolución Tecnológica en la Iridología
La iridología ha evolucionado significativamente con la incorporación de tecnologías avanzadas. Se utilizan cámaras fotográficas de alta resolución, iridoscopios, lámparas de hendidura y software especializado para el análisis y superposición de mapas iridológicos. Estas herramientas han mejorado la precisión y eficacia de las observaciones iridológicas, permitiendo una evaluación más detallada del estado de salud de los individuos.
Principios de la Iridología
Aunque no existen definiciones explícitas de los principios de la iridología en la literatura, es relevante establecerlos para correlacionarlos con la homeopatía.
1. Individualidad: Cada persona es única, y esta individualidad se refleja en la disposición de las fibras del iris, el color y las formas básicas de su estructura. Esto se utiliza actualmente como método de identificación más específico que las huellas dactilares (Poonguzhali & Ezhilaasan, 2015).
2. Identidad: La forma, estructura y color del iris identifican una tipología constitucional y tendencias a resistir o reaccionar ante enfermedades. Los signos en el iris indican tipos específicos de lesiones y momentos evolutivos en el estado de salud (Avellaneda, 2014).
3. Criterios de Proyección: Se proyectan órganos, tejidos y sistemas en el iris. Las alteraciones fisiológicas se manifiestan en ubicaciones y características específicas en el iris (Rodríguez, 1997). Los signos iridológicos aparecen por deformaciones o pigmentaciones en el estroma del iris (Jensen, 2004). Signos pupilares, como deformaciones y variaciones en el tamaño de la pupila, también son significativos (Olivares, 2008).
4. Predisposiciones Heredadas: Los signos heredados se revelan en ubicaciones específicas que definen su procedencia (Griso, 1998). Los signos resultantes de la vida y disfunciones orgánicas se manifiestan según su origen y desarrollo, afectando diferentes partes del iris (Echaverren, 2004).
5. Lateralidad y Sectorización: Alteraciones en el lado izquierdo del cuerpo se reflejan en el iris izquierdo, y las del lado derecho en el iris derecho. Cada órgano, tejido o sistema tiene un sector específico en el iris, aunque algunos pueden proyectarse en más de un sector (Echaverren, 2004).
Conclusión
La iridología, con sus raíces históricas y desarrollo moderno, se ha consolidado como una herramienta valiosa para evaluar el estado de salud de los individuos. A través de la observación detallada del iris, se pueden identificar predisposiciones hereditarias, condiciones actuales y cambios provocados por el estilo de vida. Aunque no pretende diagnosticar enfermedades, la iridología ofrece una visión holística del bienestar y es una práctica complementaria en la medicina natural y homeopática.